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29 de julio de 2009

Gabriela Mistral: Los sonetos de la muerte

I

Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.

Te acostaré en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo de ni
ño dolorido.

Luego iré espo
lvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvareda de luna,
los despojos livianos irán quedando presos.

Me alejaré cantando mis venganzas hermosas,
¡porque a ese hondor recóndito la mano de ninguna

bajará a disputarme tu puñado de huesos!

II

Este largo cansancio se hará mayor un día,
y el alma dirá al cuerpo que no quiere seguir
arrastrando su masa por la rosada vía,
por donde van los hombres, contentos de vivir...

Sentirás que a tu lado cavan briosamente,
que otra dormida llega a la quieta ciudad.
Esperaré que me hayan cubierto totalmente...

¡y después hablaremos por una eternidad!

Sólo entonces sabrás el por qué no madura,

para las hondas huesas tu carne todavía,
tuviste que bajar, sin fatiga, a dormir.

Se hará luz en la zona de los sinos, oscura;
sabrás que en nuestra alianza signo de astros había
y, roto el pacto enorme, tenías que morir...

III

Malas manos tomaron tu vida desde el día
en que, a una señal de astros, dejara su plantel
nevado de azucenas. En gozo florecía.
Malas manos entraron trágicamente en él...

Y yo dije al Señor: ?«Por las sendas mortal
es
le llevan. ¡Sombra amada que no saben guiar!
¡Arráncalo, Señor, a esas manos fatales

o le hundes en el largo sueño que sabes dar!

»¡No le puedo gritar, no le puedo seguir!
Su barca empuja un negro viento de tempestad.
Retórnalo a mis brazos o le siegas en flor».


Se detuvo la barca rosa de su vivir...
¿Que no sé del amor, que no tuve piedad?
¡Tú que vas a juzgarme, lo comprendes, Señor!






Este poema es uno de mis favoritos, recuerdo que lo lei cuando estaba en primer semestre de la preparatoria, y desde ese dia, me intereso mucho esta escritora Chilena.

Gabriela Mistral,(Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga)
fue poetisa, pedagoga y la primera mujer latinoamericana en ganar un premio Nobel de literatura.
Mistral se dio a conocer en los juegos florales en chile, con el libro sonetos de la muerte que escribio en memoria y dolor por la perdida de su prometido que se suicidara, muchos de sus poemas hablan de la maternidad fustrada, soledad y mucho dolor qu
e sentia esta mujer.


Lo que me gusta de ella, es la capacidad de poder plasmar sus sentimientos,
los mas intimos, su valentia,coraje,rabia,soledad,desdicha...
Ami me costaria mucho trabajo dejar que otros conocieran eso de mi, pero ella al igual que otras poetisas, se entregan, nos abren sus corazones y sus mas escondidos pensamientos, para que podamos decifrarlos, tal vez comprenderlos y de manera de deshago.




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